El
artista se encuentra en la ciudad de Toledo, y sin duda uno de los edificios más
bonitos que puede encontrar es la basílica de Santa Leocadia.
Después
de un largo rato para recorrer la ciudad, decidieron dirigirse a la basílica
para conocer más sobre su historia. La basílica de Santa Leocadia se encontraba
situada en una gran vega que se extendían hacia otras colinas que rodeaban a un
rio. El edificio como tal no tenía un gran diseño arquitectónico pero si
guardaba mucha historia en sus instalaciones.
Cuando
se encontraban en la vega, antes de llegar a la basílica, pudieron tropezar con
varias ruinas como el anfiteatro y otras ruinas de las antiguas fábricas. Después
de un cuarto de hora ya se aproximaban al edificio de la antigua basílica, en
donde se podía apreciar el carácter religioso que retomaba el edificio, que
actualmente tiene el nombre de Cristo de la Vega.
Al
encontrar la verja de hierro, decidieron entra y se dirigieron inmediatamente
con ayuda del guía hacia la ermita. Todo se encontraba en silencio, solo se
escuchaba el ruido de la naturaleza; por el camino hacia la ermita encontraron
el atrio, que es un pequeño cementerio que sirve a los cononigos y marca la
entrada a la ermita.
Desde
la entrada de la ermita se puede notar todo la historia que guarda y lo
imponente que es a pesar de su sencillez. El guía los invitó a entrar para
conocer la iglesia antes de que se escondiera la poca luz que quedaba; inmediatamente
iluminados por el crepúsculo de la tarde se notaban todos las obras y los
personajes presentes en la basílica de Santa Leocadia, lo cual sumergía a este
pedazo de historia en el mundo fantástico y transparente que quiso mostrar el
pintor.
La
primera figura que resaltaba era la efigie de Cristo, en la que aún se notaba
su boca un poco entreabierta como si aún viviera en el momento que dijo “Yo soy
testigo”. Era una figura imponente pues además
de su gran tamaño era la que finalmente la había dado el nombre a la ermita.
Continuando con el recorrido fueron reconociendo otros efigies y altares en
medio de la oscuridad, que recuerdan aquellos capítulos vividos en la civilización
y la sangre derramada en el capitolio.
La basílica
mostraba una era brillante e histórica que da nombre y prestigio a la ciudad de
Toledo, finalmente la antigua basílica
fue reconstruida por piadoso arzobispo.
Por última
vez echaron un vistazo lleno de tristeza y un respetuoso silencioso empezaron a
retornar aun con sus pensamientos y su imaginación despierta que los acompaño a
atravesar el cementerio y el camino de los cipreses que conducía a la verja, para ir nuevamente de vuelta a la ciudad.
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